Unos 300 trabajadores y trabajadoras del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, que fueron notificados de la finalización de su contrato sin previo aviso el pasado 26 de marzo, analizan presentar un amparo colectivo, juntan firmas de autoridades de escuelas y realizan este miércoles una volanteada en el ministerio, ubicado en el barrio porteño de Retiro, para concientizar a quienes continúan trabajando allí sobre la situación.

El martes 26 de marzo 300 trabajadores contratados del Ministerio de Educación porteño recibieron vía mail la noticia de la no renovación de sus contratos, tras cambiar sin previo aviso el período de renovación que se realizaba una vez al año automáticamente, a tres meses de duración con finalización el 31 de marzo pasado.

Entre las y los despedidos se encuentra personal del sector de Auxiliares Administrativos Itinerantes (AAI), que trabajaban en las escuelas porteñas, representados en parte por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), brindando apoyo administrativo para registrar las faltas, ceses, licencias y suplencias de docentes, entre otra tareas, para facilitar los pagos de los sueldos docentes; y personal del ministerio que trabajaba dentro de la institución en atención a docentes, representados en parte por el Sindicato Único de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires (Sutecba). 

Entre las consecuencias de los despidos de AAI, “en lo inmediato habrá demoras en los pagos de los docentes porque es una de las cosas que dependen pura y exclusivamente de nosotros. Lo que hacemos es enviar todos los papeles para las faltas, los ceses, las licencias, las suplencias”, advirtió a Somos Télam la delegada de ATE Capital Maite Carrick, quien es a su vez una de las trabajadoras despedidas del sector. 

“Las escuelas están estalladas, falta gente y cada uno de nosotros estamos cubriendo en promedio entre dos y tres escuelas. Estamos todo el día al palo con las partes administrativas de las escuelas”, añadió Carrick.

Del goteo al vaciamiento
Luego de haber recibido los mails de no renovación de los contratos, las y los trabajadores despedidos se presentaron el miércoles pasado en el ministerio. 

“Pudimos sentar a nuestro jefe directo, Juan Manuel Bassús, subgerente de la Sgoatae (Subgerencia Operativa de Apoyo Técnico a los Establecimientos), y a Bettina Díaz, que es la directora general de la Dirección General de Personal Docente y No Docente, para que nos den explicaciones que claramente no tenían. Al principio decían que había sido por las faltas, las licencias… pero ninguno de los casos respondía a eso porque ni somos ñoquis, ni faltamos. Terminaron reconociendo que había sido una ‘decisión política’, una bajada directa del jefe de Gobierno porteño Jorge Macri hacia la ministra de Educación, Mercedes Miguel, que le había pedido un porcentaje determinado de despidos y habían sido despedidos al voleo”.    

En ese sentido, la delegada precisó que “Macri le bajó a la ministra que tenía que tener casi un 20% de reducción en la planta: 40 en nuestro sector y 52 en toda la subgerencia, y 300 en todo el ministerio, donde despidieron referentes capacitadores, personal de las delegaciones administrativas, personal de formulario web de carga administrativa de los docentes”.

“Nuestra respuesta fue que la decisión política de ATE Capital y del conjunto de los trabajadores del Ministerio de Educación es recuperar cada uno de los puestos de trabajo perdidos”, subrayó la delegada.

A partir de la conversación con Bassús y Díaz, las y los trabajadores lograron que revisaran cuatro de los casos más complejos entre las despedidas: el de una mujer que está atravesando un tratamiento oncológico y aún así “había cambiado el turno laboral para no pedir tanta licencia”; otra con tratamiento psiquiátrico con licencia otorgada por el ministerio a través del Hospital Rawson; una persona con Certificado Único de Discapacidad; y otra con licencia por violencia de género, detalló la delegada.

Una reacción en unidad 

Este miércoles realizarán una volanteada para trabajadores del ministerio, ubicado en calle Carlos H. Perette 750, para “explicarles a los compañeros que continúan trabajando lo que está sucediendo”. 

“La idea es unir fuerzas, porque hoy vienen por los contratados, pero mañana vienen por la planta permanente, es un achique brutal del Estado. Así como lo tiene Milei, se replica en la Ciudad. También estaremos juntando firmas de las autoridades de las escuelas para hacerle ver a la ministra y a Bettina Díaz, la importancia de los auxiliares administrativos y que ‘las conducciones de las escuelas acompañan, quieren y exigen tener auxiliares administrativos’. Y estamos analizando realizar un amparo colectivo. Tenemos que apuntar al no vaciamiento de la educación pública”, concluyó la delegada de ATE.  

“Fui despedida el 26 de marzo. En el Gobierno de la Ciudad nos están echando a goteo en los diferentes ministerios y no de golpe, entonces no tiene un impacto tan fuerte -comparado con Nación-”, dijo a Somos Télam Fiorella, trabajadora del ministerio que se desempeñaba como Auxiliar Administrativa Itinerante (AAI) en escuelas porteñas desde marzo de 2023. 

“Los AAI complementamos el trabajo de secretarios y secretarias en las escuelas primaria, media, técnica, jardines, terciarios, hacemos trabajos vinculados a los cobros, altas, bajas, modificaciones de sueldos. Nuestro trabajo comenzó en 2017 como un proyecto, hoy es un programa. Antes de existir nuestro puesto, un docente que tomaba cargo en CABA podía llegar a cobrar en seis meses y hoy en día con la capacitación y capacidad que nosotros tenemos ese plazo se acortó a uno o dos meses según el caso. Teníamos trato directo con los docentes”, agregó la trabajadora que prefirió no mencionar su apellido.

“Desde 2017 hasta el año pasado nuestro contrato era anual, con una renovación automática el 31 de diciembre, pero este año a primeros días de febrero llega un mail desde el sindicato ATE en el que había un reclamo porque nuestros contratos se habían reducido a trimestrales, de enero a marzo. Nadie del ministerio, ninguno de nuestros superiores nos habían informado que nuestros contratos se habían reducido enormemente, luego nos enteramos casi en marzo que esto era efectivo, cuando quedaba solo un mes de trabajo. No me imaginaba mi nombre en una lista ni la estigmatización que sentimos cuando fuimos al ministerio”, explicó.

Fiorella trabajaba en cuatro escuelas por semana, al igual que la mayoría de sus compañeros/as: “No dábamos abasto. Ahora quedan cerca de 230 auxiliares administrativos para todas las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires”.

“Como delegado recorro el ministerio y noto en el ambiente que la gente no habla, tiene miedo de verdad. A las personas que echaron las despidieron sin causa. Acá dijeron que fue por reducción, no hubo otra explicación”, dijo a Somos Télam Leonardo Castelao, delegado de Sutecba en la Dirección General de Personal Docente y No Docente que trabaja dentro del ministerio.

Y precisó: “Las personas que despidieron eran todos administrativos en nuestra dirección. Algunos tenían contrato que se hacen por año, también había compañeros y compañeras de horas que le dan cargo docente (planta transitoria) y trabajaban en el edificio del ministerio, puestos que son importantes porque no hay nadie más que los cubra”.

En ese sentido, el delegado subrayó: “No sobraba gente, incluso faltaba”.

“Hoy se juntan en el ministerio los compañeros despedidos para realizar el amparo colectivo. Queremos recuperar los puestos laborales, tenemos compañeras despedidas con 23, 12 y 10 años de servicio”, concluyó Castelao.

Fuente: somostelam.com.ar