La legisladora Delfina Velázquez presentó un proyecto de Declaración para declarar “persona no grata en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires al señor Peter Lamelas, candidato para ocupar el cargo de embajador estadounidense en la República Argentina, en virtud de sus declaraciones públicas del día 22 de julio del corriente, que evidencian su voluntad de interferir en los asuntos políticos internos, en las decisiones del Poder Judicial y desconocer la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur”.
Algo que en los fundamentos califica de “atropello”, que vulnera la soberanía nacional, atentando contra el principio de autodeterminación de los pueblos, por lo cual pide al Cuerpo parlamentario “reafirmar su compromiso con una política exterior basada en el respeto irrestricto al derecho internacional, la no intervención en los asuntos internos de otros Estados, la solución pacífica de las controversias, la promoción de la paz y la cooperación”, lo cual debe expresarse en la aprobación la iniciativa de “enérgico repudio y declarar a Lamelas como persona no grata de nuestra Ciudad”.
Un proyecto que lleva el acompañamiento de Matías Barroetaveña, María Bielli, Berenice Iañez, Andrés La Blunda, Juan Pablo Modarelli, Victoria Montenegro, Graciana Peñafort, María Magdalena Tiesso, Juan Manuel Valdés y Franco Vitali.
En los mencionados fundamentos la diputada Velázquez recuerda que el propio Lamelas, ante el Senado norteamericano, aseguró que su misión en el país será “vigilar a los gobernadores”, “frenar acuerdos con China”, “eliminar la corrupción” y “asegurar que Cristina Fernández de Kirchner reciba la justicia que merece”.
Sin dejar de mencionar que brindará si apoyo “explícito al actual gobierno de Javier Milei de cara a las elecciones legislativas de 2025”, interviniendo en la política interna del país.
Dichos que, entiende la legisladora, “no pueden ser interpretados de otro modo que, como una amenaza directa al principio de no injerencia contemplado por el derecho internacional, especialmente al derecho soberano del pueblo argentino a elegir libremente su destino y sus representantes sin tutelajes externos”.
Algo que califica de una “alarmante la estigmatización” a los propios mandatarios provinciales, a quienes les atribuye conductas corruptas, con toda una intencionalidad de ejercer un tutelaje sobre la voluntad popular de los argentinos y argentinas, siendo “imposible no recordar a Spruille Braden, cuyas acciones en los años ‘40 del siglo XX, fueron respondidas por el pueblo argentino con una contundente reafirmación de su soberanía bajo la consigna Braden o Perón”, tal lo menciona la diputada Velázquez.
La diputada no duda en calificar esto como un “tono pre independentista”, de esta “suerte de supervisor político de los intereses estadounidenses en nuestro país”, cuyas apreciaciones ya fueron rechazadas por distintos jefes de Estados provinciales, por la propia Embajada de la República Popular de China en Argentina, desde donde se señaló el peligroso resurgimiento de la célebre Doctrina Monroe.
Una impertinencia que lo animó a Lamelas a mostrar interés en “interferir”, así lo resalta la diputada Velázquez, “en los asuntos diplomáticos de la Argentina en general, en especial con respecto a nuestra soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur”, con la intención de interferir en el reclamo histórico de la Argentina sobre el Reino Unido.
Expresiones, la de Lamelas, que Velázquez entiende como “no son aisladas, sino que responden a una estrategia coordinada por sectores políticos, mediáticos y judiciales que buscan condicionar el orden institucional de la Argentina”. Remarcando que este peligroso personaje ha puesto énfasis en “asegurar justicia”, en relación a la ex Presidenta de la Nación y actual Presidenta del Partido Justicialista Nacional, Cristina Fernández de Kirchner.
Velázquez califica esta maniobra de Lamelas como parte de un “objetivo de una sistemática persecución política, judicial y mediática”, que muestra “un indebido involucramiento en asuntos judiciales internos, que busca condicionar a la justicia argentina, desconociendo las garantías y los derechos establecidos en nuestra Constitución nacional”.
El refrán "el que calla, otorga" resultará oportuno en esta oportunidad, pues servirá para entender a qué parte del Cuerpo parlamentario le es indiferente que se atente contra la soberanía nacional.