Se presentó un proyecto en la Legislatura un proyecto para reconocer la importancia de la Biblioteca Popular Alberdi, ubicada en el barrio de Villa Crespo, a partir de una iniciativa de la diputada María Sol Méndez, quien describe este espacio como un “emblema histórico, cultural y comunitario de la Ciudad”.
Esta Biblioteca Alberdi, fundada el 8 de julio de 1910, mantiene un compromiso con la “democratización del conocimiento, la promoción de la lectura y la participación ciudadana”, resalta la legisladora de Confianza Pública.
Nacida “en tiempos en que el acceso a la cultura era un privilegio de pocos, la Biblioteca Alberdi abrió sus puertas a la comunidad, ofreciéndoles un espacio de encuentro, estudio y crecimiento”, afirma Méndez.
La actual sede se encuentra en Acevedo 666, con más de 22.000 volúmenes disponibles, una sala de lectura amplia y luminosa, con entrada libre y gratuita, promoviendo actividades culturales y educativas que abarcan desde visitas escolares, presentaciones de libros, exposiciones artísticas y charlas, hasta conferencias y homenajes a fechas patrias y a los Veteranos de Malvinas, consolidándose como un lugar de memoria y diálogo social.
Una historia íntimamente ligada al desarrollo del barrio de Villa Crespo, teniendo entre sus primeras comisiones directivas al editor Manuel Gleizer, promotor de jóvenes escritores como Jorge Luis Borges, Leopoldo Marechal o los hermanos González Tuñón.
El propio Leopoldo Marechal fue bibliotecario de la institución entre 1919 y 1923, período en el que publicó sus primeros versos y donde ubicó escenas de su novela “Megafón o la guerra”, dejando testimonio literario del impacto que la Biblioteca tuvo en su formación intelectual y afectiva.
Con el paso de los años la Biblioteca recibió visitas de figuras como Juana de Ibarbourou, Leonardo Padura, Pedro Mairal, Manuel Antín y Juan Villegas, entre otros. Sin dejar de mencionar que también se desarrolló en este espacio un proyecto editorial propio, cuyas publicaciones fueron declaradas de Interés Cultural y Social por esta misma Legislatura en los años 2015 y 2016.
Sumándose su sostenido Café Literario, con quince temporadas de funcionamiento y tres libros publicados con obras de sus participantes, alcanzando el reconocimiento como Sitio de Interés Cultural, un justo homenaje a su rica trayectoria, reafirmando la necesidad de valorar y proteger los espacios comunitarios auto gestionados, que sostienen cotidianamente el derecho a la cultura, la educación y la participación ciudadana.
Con este antecedente, la diputada Méndez resalta que “las bibliotecas populares siguen cumpliendo un rol esencial como lugares de inclusión social y construcción colectiva”, siendo necesario “visibilizar y acompañar estas experiencias fundamentales para la vida democrática”.